domingo, 23 de noviembre de 2008

-DIVIDENDOS

Esta semana, con las nuevas rupturas bajistas en la tendencia principal del S&P 500 me preguntaba; ¿Hasta donde puede llegar todo esto?.

La verdad es que no lo se y dudo que alguien lo sepa pero a continuación pensaba, en el fondo que más me da.

Las alternativas que me planteo son:

a) Estar fuera del mercado esperando un rebote que la experiencia me dice no cogeré sino después de un buen tramo de subida (Peter Lynch, hablo de memoria, cifraba la perdida del primer rebote en un 25% del total de la siguiente subida) y además cuando lo haga, lo haré de forma “timorata”.

b) “Aparcar” el dinero o parte del mismo en las empresas correctas (empresas con beneficios muy predecibles y dividendos crecientes) a un precio más que correcto.

Con unos tipos de interés que tienden a cero en USA y al 2% en Europa, aplicando un poco de sentido común parece claro que “colocar” el dinero al 9% por dividendos y creciendo, con una posibilidad real de revalorización de las acciones parece la mejor opción.

Con frecuencia ninguneamos la importancia del dividendo cuando realmente es más importante que la propia fluctuación del precio de la acción.

Yo suelo utilizar, por su mayor sencillez, el ejemplo de los inmuebles.

Si tenemos un piso alquilado lo que realmente debe preocuparnos como inversores a medio plazo no es la fluctuación del precio de la vivienda, sino que el inquilino pague la renta. La renta es el rendimiento. Lo demás vendrá por añadidura y cuando llegue bienvenido sea.

Si tengo un buen inquilino a final de mes pongo la mano y punto. Plazo de la inversión: “Forever”.

Mi problema vendrá si el inmueble lo he comprado para “dar el pase” sin tener en cuenta el binomio precio-rendimiento y ahora no puedo alquilarlo o la renta que obtengo es demasiado baja.

Con las empresas ocurre exactamente lo mismo. A un verdadero inversor de valor (conozco muchos inversores de valor pero muy pocos verdaderos) el movimiento en el precio de las acciones le importa bastante poco (salvo para tomar ventaja). La fluctuación en el precio es volatilidad, no perdida.

Personalmente lo que me quita el sueño son los resultados de las empresas en las que invierto. En concreto el beneficio por acción y el dividendo. Eso es lo que verdaderamente tengo que mirar porque si eso falla tendré problemas. Mientras tanto la volatilidad no me preocupa. Si tengo ocasión promedio a la baja y en todo caso cada trimestre a “poner la mano”.

A continuación pongo unos números “gordos”, tomando como ejemplo Altria, del poderoso efecto de los dividendos.

Supongamos que compramos a 15 dólares. La rentabilidad actual por dividendo que obtendríamos esta próxima al 10%. Suponemos que el dividendo aumenta un 7% de media anualmente (cosa que ha ocurrido y sigo hablando de memoria en los últimos 75 años). Dentro de 10 años habré obtenido una rentabilidad del 147%, lo cual anualizado a 10 años me lleva a rentabilidades superiores al 14% anual.

En la segunda columna aparece el precio de la inversión y el efecto de añadir el dividendo que obtengo cada año. En la tercera el dividendo que previsiblemente obtendré cada año.

Año

Dolares

Dividendo

1

15,0

1,5

2

16,5

1,8

3

18,3

2,0

4

20,2

2,2

5

22,4

2,4

6

24,8

2,7

7

27,4

2,9

8

30,4

3,2

9

33,6

3,6

10

37,2

4,0


Esto me demuestra que aunque la acción no suba ni un céntimo, la rentabilidad que obtendré a 10 años vista es bastante aceptable. Pero es que incluso si compré a 20 dólares y llevo perdidos un 25% mi rentabilidad a 10 años sigue siendo muy buena. Y todo ello suponiendo que no suba ni un céntimo en 10 años lo cual francamente creo que es casi imposible.

Si compré por encima de 20, el problema es que no valoré correctamente la empresa.

Jeremy Siegel de Wharton señala que el 97% de la rentabilidad de las acciones procede de los dividendos y solo el 3% de la fluctuación de la acción. Sorprendente, pero se ve que algunos hace tiempo que se dieron cuenta. Por eso el maestro Buffet suele comentar que le da lo mismo que el mercado permanezca cerrado 10 años.

Me diréis: Todo eso es muy bonito pero solo si el dividendo se mantiene o crece.

Efectivamente ahí esta la clave y para ello es imprescindible que la actividad de la empresa y por tanto sus resultados sean muy, muy predecibles.

Veamos dos ejemplos en mi opinión contrapuestos.

a)Santander a precios actuales; dividendo estimado en el entorno del 9%.

b)Altria a precios actuales; dividendo estimado en el entorno del 9%.

Cualquiera de las dos sería una excelente opción si mantiene el dividendo.

Pero mucho me temo que SAN no lo hará. No tiene mucho sentido pedir dinero a los accionistas para devolvérselo vía dividendo.

Esto me recuerda al dividendo de General Motos que últimamente se pagaba “con el dinero que pedía prestado a los bancos”. Toma ya.

Así que dividendo, si , porque es la clave de todo, pero !!ojito!! porque no todos los dividendos son iguales. Y digo más, hay muy pocos dividendos "de los buenos".

Por ultimo me gustaría aclarar que en el caso de Altria nos encontramos en una principal bajista que en mi caso en absoluto desprecio. Por tanto lo que yo hago es entrar poco a poco siendo perfectamente consciente que puede bajar más.

El análisis fundamental lo utilizo para determinar que empresas compro y a que precio y el análisis técnico para cuantificar “el tamaño de la apuesta”.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy instructivo e interesante tu post. Estoy completamente de acuerdo contigo.
Saludos...

Anónimo dijo...

Yo opino lo mismo pero hemos de reconocer que lo habitual en las tertulias economicas es minorar el efecto dividendo con el pretexto del descuento que hace el mercado con los pagos de dividendo sobre el valor de la acción. Seria interesante tener un analisis de "ese efecto" y ver si los mercados descuentan o no y en que porcentaje.